Piensalo...

No hay peor prisión que la conciencia.
No es peor la herida que siente,
Sino la que piensa.

No hay mejor vida que la muerte.
No hay peor muerte que tu vida.

No hay peor soledad,
Que la ausente.
No hay peor nostalgia,
Que la que no se siente.

No hay mejor vida que la muerte.
No hay peor muerte que tu vida.

No son tus palabras las que hieren,
Sino tus ojos.
Pero la sal en tus lagrimas,
Las hace impuras.
Clavando en tu mirada la amargura...
Pálida amargura.

Vida queriendo muerte...
Muerte deseando vida...
Sedienta de vida...
Satisfecha de muerte...

Que sentido tiene el sentido,
Si el amor pretende el odio,
La venganza el perdón,
La humildad el orgullo,
Y el recuerdo el olvido...

No hay peor sueño,
Que el creer estar despierto.
No hay peor vació,
Que el relleno de olvido.
No hay peor resentimiento,
Que el resentimiento.

No hay peor llanto,
Que el que nada siente.
No hay pero verdad,
Que las que mienten.
No hay peor mentira,
Cuando es sincera.

No hay mejor vida que la muerte...
No hay peor muerte que tu vida...

No hay peor Consuelo,
Que más heridas...

Vida viviendo de muerte,
Muerte muriendo de vida...

Miradas...

Buscando tu mirada:
Descubriendo tus ojos...
Despierto.
Y las noches pasan disimuladamente,
Lentamente,
Y no los encuentro.

Y en mis ojos,
Y en tus ojos:
tímidos son los sueños.
Soledades tan solas...
Buscando un momento,
Las horas...
Para encontrarse...

En un sueño sin noche.
Suspiran,
Se buscan...
Sueñan encontrarse...

Al oído se susurran...
.
Callan tus ojos.
De pronto,
Se confunden los segundos.
Se cierran los míos...

El silencio percibe,
El conspirar de las miradas....
Alejándose...
Temiéndose.

Sienten el miedo,
A encontrarse en otros ojos,
Vivir en ellos.
A morir por ellos.

A sentir como sienten,
Un repentino momento:
Llorando sus lágrimas,
Riendo sus lamentos...

Y escapan,
Se necesitan,
Se buscan,
Se encuentran,
Se esquivan,
Se niegan,
Se engañan...
Se necesitan de nuevo...
Una sola mirada,
Bastaría...
Para volver una sola,
Sus vidas...

Siente...

Siente..
Como esa gota de agua que avanza lentamente,
Entre la reseca tierra.
Y al compás del viento,
Desgarrando la hierba...
Va esperando finitamente la hora,
Donde no es más pesada que el aire,
Ni mas liviana que las hojas...

La Flor Distinta

La flor distinta,
Entre tantas rosas, claveles y amapolas.
...

Nunca fueron necesarias las miradas,
Se sentían.

Nunca fueron necesarias las palabras,
Sin quererlo se oían.

Nuca fueron necesarios los suspiros…

Y no sabía nada,
No decía nada.
No escuchaba nada.

Simplemente sentía…

Sin saber nada,
Sin decir nada,
Sin escuchar nada...

Simplemente no moría…

Y nunca supo nada,
Nunca dijo nada,
Nunca escucho nada,

Y entre tantas rosas, claveles y amapolas,
Por temor ha amarla,
Moría.

Y sin saber nada de lo que sentía,
Sin haber dicho nada,
Sin haber escuchado nada…

Simplemente moría…

Nunca supo que le amaba…

De pronto,
sin darme cuenta apareció una estrella en cielo,
Era tan distinta como hermosa,
Tan verdadera,
Tan sencilla, y la vez tan compleja:
Como una caricia al viento,
Y un murmullo a su silencio…

Todos los días la admiro un instante,
Unos cuantos momentos en mi mente,
Y otros cuantos cuando el cielo se apaga:
Cuando es un poco mas visible que en un sueño,
Y vuelve otro sueño mi vida su luz,
Iluminando cada noche al marcharse,
y entonces me despierta,
y es cuando la siento tan cercana,
como distante.

Y ahí está,
Entre los sueños y las noches.

Y Ahí estará...
Unos cuantos momentos en mi mente,
Y otros cuantos en mis ojos…

ahi...

Y sigue ahí,
Entre los sueños y las noches,
Entre calidos suspiros,
Y unos cuantos pensamientos,

Y sigue allí,
Entre el viento y sus voces,
Alejando de si el frío,
Y alegrando sus lamentos...

Y se fue de ahí,

Entre la noche y sus voces,
Que parecen Suspiros,

Entre el Viento y sus sueños,
Secos y llenos de Frío...

Para ti, Para esa Noche.. *

Mientras tu silencio me conmueve,
tu soledad me hiere.
y me hace sentir que así no podré seguir viviendo,
no seré capaz de levantar la mirada,
y contemplar tu sonrisa acariciando el viento,
animando la brisa de mañana,
más densa y un poco más profunda que de costumbre.

Seré tan cobarde como el libertar de un tímido suspiro,
que intenta al silencio inquietar,
aunque su calma se derrumbe,
buscando abrigo en un rincón alejado de su cielo,
e imaginándome un sol, en un día vacío tras alguna tarde de otoño...

Pude ver tan sólo su reflejo, estrella solitaria,
contemplando en tus labios besos de azares,
y en tu mirada tranquila y quieta, tus ojos invernales,
inundados de temor y de inmutable frío,
que dicen mucho más que una palabra recitada,

ahogada en el llanto, en el rencor y en la melancolía...
talvez en la venganza.

Pero tras sus lluvias y mares,
hallaré ese manantial en ti perdido y desierto,
Que cruzare a cada paso en tus recuerdos,
por cada ilusión, por cada sueño.
Aunque cada segundo, libere una huella de desconsuelo.
Y a cada minuto, un olvido mas para el recuerdo,
y un recuerdo mas para el olvido...

Y mientras con migo cargue tu tintero,
tu pluma y mi papel junto al pecho,
escribiré y seguiré escribiendo para ti,
por muy lejos que te encuentres,
una lagrima, una ilusión, un destino y talvez un verso,
un verso de amor sincero y repentino...
Y tratare de escuchar esa voz,
que deleita tus pensamientos y tu soñar indiferente,
pero que tratas de ignorar inconciente.
Y te seguiré buscando, aunque en vida no pueda encontrarte, pero me bastara con que sepas que lejos del tiempo y de ti,
hubo un susurro esa noche, que pudo amarte.

...

Que difícil se me hace poder verte,

Sin pensar que en algún momento en mi te buscaba,

Y más aún cuando creí que te encontraba,

Pero de pronto desperté,

Y te soñé...

En mi te imaginaba.

Que absurdo fue algún día,

Pensarte,

Como algo más que una amiga.

No tuvo sentido imaginar tu vida,

junto a la mía.

Y ahora vuelvo a pensar,

Dibujar tus lagrimas como mías,

Pintando en mi rostro,

Tu sonrisa,

Y en mi llanto,

Tu caricia.

Y ahora vuelvo a recordar.

Y ahora se vuelve a soñar,

Sin despertar.

Hoy se vuelven a rasgar las heridas,

lo siento,.

Y esta ves quieren desangrar,

No esperarán otro momento.

Y ahora que vuelvo a arrepentirme,

de mis arrepentimientos,

Te sigo sintiendo,

Y solo me queda volver a soñar despierto.

Y abro los ojos,

Creyéndote ahí.

Y miro,

Y no estas en mi,

Y se cierran de pronto.

Y veo,

Como he sido capaz,

De engañarme a mi mismo,

Comprendiendo la verdad,

Lo que voy sintiendo,

Como simplemente un suspiro,

Unas cuantas lagrimas,

Unos cuantos besos,

Unas cuantas miradas,

El reflejo de unos ojos en los míos,

Y algunos recuerdos,

recuerdos que creí dejar bien lejos,

en el olvido.

Pero que siento cerca de nuevo…

Cuando mas quiero querer,
me voy enamorando del odio,
y hasta su muerte quiero ver...

Boca por tu Boca

Mi Boca no es boca por decir palabras.
Es Boca porque necesita de tu Boca:
Aspira y Sueña con sus Labios,
Sueña y Despierta por sus Besos,
Despierta y Vive por Probarlos.
Pensamientos y Deseos
que en tu Boca tienes Presos,
y ya Quiero Liberarlos.

Tibio Solitario...

Ahora que estoy posiblemente solo,
me voy dando cuenta de muchas cosas,
que quizás no entendía o no quería entender....

Ahora que mi voz no vale la pena,
y mi egoísmo me engulle aunque no lo requiera,
Comprendí que vivo en un recuerdo ya olvidado....

Ahora que del tiempo, su ironía me duele,
va convirtiendo mi herida en un silencio tibio y ausente,
en un llanto que no puede hacerse presente,
pues entre tantas penas, lágrimas ya no quedan.

Y ya no puedo escuchar del viento,
ese soplo de esperanza que se siente,
y mucho menos su lamento,
lamento de escarcha....

Y se va cerrando la herida,
entre palabra y palabra,
y ya no queda saliva,
ni fríos perdones,
ni mas tibias venganzas,
y allí sigue el silencio y el remordimiento....

Ya no hay ni días,
ni mas noches.
Ni tienen sentido sus reproches,
ni sus rencores...

Sólo hay minutos que duran segundos,
años que suelen ser meses,
sueños que ya no son sueños,
son ilusiones,
(desilusión)
Simplemente ilusiones....
Esperando aún,
que la luna en su finito cielo se pose.
Que aparezca de pronto,
regalándome un instante de su calma.
Mientras su luz va regocijando mis tibios ojos,
acariciando su calor, las frías manos,
vaciando las tenues lágrimas.
Inundando con su brisa su cielo cruel,
como una cautelosa canción,
iluminando la oscuridad del amanecer.

Y la sombra de las sombras,
encallecida y derramada,
que descansa entre frió silencio y frió olvido....

Y se levanta,
entre tanto tímido susurro,
y sus recuerdos tibios.
Tibios, entre tanto calor que de pronto es frío.