Síntomas de melancolía golpean tras su puerta,
penas de ironía hacen temblar cada suspiro…
tizna la hipocresía en cada recuerdo…
se hacen presentes en cada una de sus pensamientos…
Y ya no hay fuerza suficiente,
para alimentar palabras,
que solo él y su silencio,
podrían creer estar oyendo..
para levantar la mirada,
e intentar ver el presente,
que forjó su pasado…
va quedando solo el futuro nefasto…
su ambigua soberbia, le ha defraudado,
inundando un camino de sueños,
por los que creyó haber luchado,
y darme cuenta que de ellos,
sólo sus huellas de sangre ha dejado…
cada piedra entorpece,
mil y un veces nuestro paso…
Mas de alguna bala perdida,
urdida en la búsqueda de su rastro…
Y un puñado de lagrimas,
Y un puñal de vidas tras cada disparo.
para seguir Forcejeando,
y ya no quedan gotas de sudor,
para dejar caer en el tiempo,
ni una gota de sangre,
para seguir derramando,
tiñendo de rojo a la historia,
a cada ilusión,
y a cada sueño…
Y ya no le quedan penas,
Para seguir sufriendo,
Y ya no le quedan heridas,
para tanto dolor,
y ya no queda instante,
para arrepentimientos...